VIAJES DE LUJO
ASIA
Desde las estepas nómadas de Kazajstán hasta las frenéticas calles de Hanoi, Asia es un continente tan lleno de intriga, aventura, consuelo y espiritualidad que ha obsesionado y confundido a los viajeros durante siglos.
La mayoría de los logros más significativos del mundo moderno nacieron en este continente. Históricas rutas comerciales surcaban su territorio épico mientras los imperios en expansión competían para comerciar con sus productos e ideas por todo el continente y más allá. Las ambiciosas civilizaciones asiáticas dieron lugar a algunas de las ideas más revolucionarias del mundo y a una importante tecnología. Por todo el continente se reparten maravillas antiguas y espacios sagrados, desde la Gran Muralla china y los templos de Angkor hasta joyas menos conocidas en Myanmar, Nepal y Afganistán. Por otra parte, en Oriente Próximo la historia está escrita en las rocas, en las losas de las calzadas romanas, en los bloques de construcción del Antiguo Egipto y en las delicadas tumbas y templos esculpidos de Petra a Baalbek.
Costas sublimes, montes nevados, la majestuosidad del río Mekong o las junglas rebosantes de vida salvaje… los paisajes asiáticos albergan una inmediatez y una vitalidad que cautiva y hechiza. Inmensas expansiones de desierto fluyen desde inhóspitas montañas que, a su vez, dan paso a bosques de aspecto impenetrable. En una tierra donde los tigres todavía campan libres (pero lejos de los turistas ruidosos), la naturaleza continúa siendo la fuerza motriz en la vida de mucha gente. Casi todos los climas del mundo están representados en este continente; se puede ir de excursión por las onduladas dunas del Gobi o tomar el sol en las islas tropicales del mar de la China Meridional. También Oriente Próximo es un tesoro que ofrece grandes ríos (como el Nilo o el Éufrates), desiertos imponentes (el Sáhara y el sin par Wadi Rum) y paisajes verdes de una belleza excepcional.
La gastronomía asiática es incomparable y este continente ha exportado su cocina al mundo: los curris picantes de la India, las jugosas empanadillas de China, los humeantes bols de sopa pho de Vietnam y los contundentes platos de fideos pàt tai de Tailandia son famosos y apreciados por todo el planeta. Comer en Asia puede ser un placer o un caos: los tenedores se descartan a favor de los palillos o los dedos, y la comida se disfruta con una fruición sin igual. Ya sea en una cena con estrella Michelin en uno de los restaurantes más refinados de Singapur, paseando por los bazares de Estambul o sentado en un taburete de plástico en una calle de Bangkok, la diversidad culinaria asiática es tanta que los viajeros hambrientos nunca se aburrirán.
Flamantes rascacielos, veloces trenes magnéticos, relucientes smartphones: en Asia el futuro es ahora. China afianza su camino hacia el s. XXI con una economía que avanza a ritmo vertiginoso, Corea del Sur posee una de las mayores velocidades de internet del mundo y la India es cuna de la nueva tecnología. Un runrún frenético rodea la Asia urbana: la moda, la cultura y los negocios en las metrópolis del continente desafían a las grandes ciudades europeas y estadounidenses como epicentros globales. Esta modernidad en constante evolución puede ofrecer experiencias de viaje increíbles: contemplar arrozales desde un tren de alta velocidad, comprar un portátil nuevo en un mercado electrónico de Hong Kong o asistir a un espectáculo de cabaré robótico en Japón.