VIAJES DE LUJO – OCEANÍA
AUSTRALIA
Este país inmenso, próspero y multicultural posee una espléndida naturaleza.
El 89% de los australianos vive en la costa, sobre todo en núcleos urbanos, de modo que las ciudades ofrecen mucho entretenimiento. Sídney resalta por su combinación de playas, tiendas y bares. En Melbourne impera el arte, los callejones y el fútbol. Brisbane es una ciudad subtropical en auge. Adelaida está llena de pubs y fiestas. En la pujante Perth se respira el optimismo de la costa oeste. Canberra es mucho más política. Y Darwin, la ciudad fronteriza del norte tropical, no se parece en nada a Hobart, la fría ciudad sureña.
La mejor forma de apreciar Australia es por carretera. Alquilar un coche es relativamente asequible, el estado de las carreteras es bueno en general, y fuera de las grandes ciudades el tráfico desaparece. Si se viaja en autocaravana, existen excelentes parques de caravanas en casi todas las ciudades importantes. Los aventureros pueden alquilar un todoterreno y circular fuera pista: los parques nacionales australianos y los parajes remotos están hechos a medida para ir de acampada por pistas de tierra.
La cocina australiana es multicultural, con técnicas europeas e ingredientes frescos del Pacífico; se le conoce como “Mod Oz” (australiana moderna). El pescado y el marisco desempeñan un papel importante, claro que, cerveza en mano, también se pueden degustar las barbacoas australianas de cordero, vaca y pollo. Los vinos australianos son campeones mundiales: el contundente syrah del valle Barossa, el semillón del valle Hunter y el sauvignon blanc de la fría Tasmania, región que también produce un excelente whisky.
En todas las ciudades se programan obras de teatro originales, rock en directo, inauguraciones de galerías de arte, películas de estreno y festivales de música. El país tenía antaño cierto complejo cultural, la idea de que nada de lo producido en él era lo bastante bueno. Pero las cosas han cambiado. Las artes aborígenes, en especial la pintura y la danza, parecen inmunes a tales fluctuaciones y siguen siendo eternamente cautivadoras.
Australia es inmensa. Aunque dediquemos años a viajar sin cesar por todo el país, nos quedarán sorpresas por descubrir.